viernes, 15 de abril de 2016

"EL RINCÓN DEL DIABLO"


Hemos hecho narraciones en clase y el profe Guille nos dijo que inventáramos narraciones o buscáramos leyendas:

"EL RINCÓN DEL DIABLO"


Hace muchos años, un señor pasaba por una de las calles de Monterrey.Este señor en busca de una aventura en la noche caminaba muy tranquilo y tomando su tiempo. De repente una figura se comenzó a a cercar a él, sin miedo a nada siguió su camino normal pero siempre consciente que alguien venía tras él, al no aguantar más la inquietud voltea para enfrente a la otra persona, al hacerlo solamente pudo distinguir las largas y delgadas piernas y los grandes ojos rojos, rápidamente sacó su cuchillo y comenzó pero esto no le fue de gran ayuda ya que los ojos rojos de aquella persona hicieron que se desmayara.
Al día siguiente una mujer que pasaba por el lugar miró a aquel hombre tirado en el piso, rápidamente corrió a ayudarlo, cuando aquel hombre por fin despertó, narró su historia ante todos aquellos que habían acudido a ayudarlo.
Desde entonces, aquella parte de la ciudad es conocida como el rincón del diablo.



VANESA HERRERA MARESCA   5ºA





TATARABUELA MUMARÍA

Hemos estado trabajando narraciones y entre ellas hay marraciones objetivas y narraciones subjetivas. Como las narraciones subjetivas hablan de emociones y sentimientos vamos a ver una:

La redacción comienza con una historia muy graciosa sobre mi tatarabuela Mumaría : me han contado que para la época en la que le tocó vivir era una mujer muy moderna, ella se ponía las bragas como si fuera un tanga. Dicen que un día estaba en una clase, cuando era pequeña. La maestra pegó a un niño que era malo, con el palo o el látigo. Ella le tiró toda la tinta de escribir a su camisa.
Otro día estaba con unas amigas, en esas fechas ya estaban casadas, pues se le ocurrió maquillarlas, si se puede decir así, a sus amigas, con la tizne de las sartenes, les pintó la sombra de los ojos y con hojas de colores, las mojó y les pintó los coloretes, las puso que ni sus maridos las reconocieron por la calle.
Otra anécdota, pero ésta de mi abuela Silvia, fue que de camino a casa con una amiga, iban jugando al chupetín, ,i abuela tropezó sin querer con una mujer que traía dos cubos de agua y se le cayó uno de los cubos, dice que la mujer comenzó a pelearse e insultar a mi abuela. Mi abuela para no insultarla ni faltarle el respeto, le decía mientras se iba: "Gracias e igualmente ". Al cabo de dos días iba mi abuela Silvia con mi tatarabuela Mumaría y se encontraron a la mujer de los cubos, que resultaron ser amigas, menos mal que no le faltó en ningún momento.
Y la última ya: Un día se metieron con su hermano y ella se enteró y le tiró una piedra a uno de ellos y le dejó K.O.



 IRIS DÍAZ VILLALBA     5ºA